PREGUNTA, PREGUNTA, PREGUNTA. PREGUNTA TÚ.

Interrogarse está bien, muy bien. Pero preguntar a otros e interesarse por lo que nos contestan, bien sea para asumirlo o para mejorarlo, puede suponer una experiencia igualmente maravillosa: el conocimiento avanza a hombros de gigantes.

Esta entrada fue publicada en ÁMBITOS PARA LA VOCACIÓN. Guarda el enlace permanente.